nota y fotos que realize en el primer dia de cobertura de la visita papal en tierras mexicanas.
Bajo el grito eufórico de “¡Benedicto, hermano, ya eres mexicano!”El Santo Padre es recibido a su paso por la principal calle de la ciudad de León, el Bouv. Adolfo López Mateos, La franja humana se ve interminable, un mar de hombres, mujeres, niños, jóvenes y ancianos se hace presente, pero son los jóvenes el motor y el corazón de la valla. Esta noche la ciudad de león es de paz, alegría, fiesta y sobre todo hermandad. Las televisiones son sacadas a las calles para estar al tanto momento a momento de lo que realiza el Santo Padre, nadie quiere perder ningún detalle, y cuando la voz surge de pronto en diferentes puntos que Benedicto ha salido del avión, los gritos no se hicieron esperar, por un momento comienza como un murmullo, que poco a poco va agarrando fuerza hasta perderse en el eco de las vallas, la noticia se ha propagado, y de repente el cansancio y el calor ha desaparecido, ya solo queda Fe. Este día todo León es una sola familia, es un solo coro y es un solo corazón.
Don Rubén es un taxista con 36 años de experiencia detrás del volante, el ha visto pasar la historia moderna de la ciudad, es católico de corazón y este día no podrá ver en vivo al papa, pues “el trabajo es sagrado” dice, para rematar con un “estoy feliz que venga, la paz se siente poca madre en la ciudad…”mientras con una mano y una sonrisa sostiene un crucifijo del Cristo Rey que tiene sobre su parabrisas, y de fondo se escucha la voz de un ídolo local, José Alfredo Jiménez, con su “la vida no vale nada”.
Cientos de miles de voluntarios se encuentran desde las 7:00 de la mañana marcando las vallas y manteniendo sus posiciones, sin flaquear, solo los mantiene la fe y ese temple tan característico del pueblo mexicano. De todos los rincones del país han llegado a un solo lugar, solo en una visita papal se puede observar hermanos de cada punto cardinal de la nación y en muchas ocasiones hasta de otros países de Latinoamérica y es cuando pasa el papamóvil cuando todos nos percatamos que este es el verdadero milagro papal, hermanar a todos los pueblos, a todos los hombres a un solo grito y a una sola fe.
“León, bendito, ya llega Benedicto” era el cántico que coro a coro entonaban las miles de voces en la calle al momento de saber la cercanía del vehiculo Papal y así miles de jóvenes pusieron el ambiente a la espera, con cánticos, bailes y solo esa fuerza revolucionaria que un joven puede expresar, y no podemos negar que la fe es para toda la vida, pero es en la juventud donde mas muestras la alegría.
Y al paso de Benedicto, la euforia estallo, las banderas ondearon, lo ultimo de las fuerzas se perdieron en gritos de jubilo y alegría, la mirada de los jóvenes y los no tan jóvenes se posaron directamente en la figura de este hombre octogenario, pero con un semblante que demuestra su felicidad por haber pisado suelo azteca, y ahora solo hay una verdad, y es la que “el papa ya llego, el papa ya esta aquí”, y por estos días León será una ciudad Santa con la presencia del Santo padre.