Durante los primeros dias de marzo realize una cronica curiosa, aparte del hecho de que las imagenes tambien hice el texto, este es el resultado, cabe aclarar que no soy escritor, ni comunicologo, solo alguien que se le ha metido el gusanito de hacer las cosas como yo las considero que se deben de hacer y tomar mis propias imagenes, veremos hasta donde me lleva esta nueva etapa.
Le apostamos a la esperanza.
Texto y fotos: carlos matus
Hope corre alegre por el amplio espacio de
su hogar, alegre y saltarina, se acerca con confianza a cualquier persona, su
presencia transmite solo una palabra, felicidad, es feliz, se nota a metros de
distancia, rodeada de otros dos perros, Rocco y Goffy, es difícil pensar que
esta perrita de color blanco y manchas café de talla pequeña estaba
prácticamente desahuciada cuando fue encontrada en la calle, pero la historia
de Hope es una historia de final feliz, nada parecido a la mayoría de historias
de perros callejeros que son abandonados y dejados a su suerte.
Fue en agosto del 2012 cuando a través de
las redes sociales el joven matrimonio conformado por Johann Salinas y Barbara
Pinzón se enterraron del caso de Hope, abandonada a su suerte en un parque de
la ciudad, junto a su hermanito, ambos con avanzado indice de desnutrición y
anemia por el alto numero de garrapatas y pulgas que cubría como enjambre
grandes extensiones de sus orejas y cuerpo, fueron recogidos y atendidos por el
matrimonio, pagaron los servicios veterinarios y los gastos médicos, pero por
mas que quisieron salvar a ambos, ya era muy tarde para el hermano de Hope,
este no sobrevivió, pero contra todos
pronósticos médicos y contra los comentarios mas pesimistas, la perrita lucho
por su vida y venció.
“No es una posición cómoda solo quedarse de brazos cruzados para nosotros” comenta Johann mientras juega con Rocco, otro de sus perros adoptados en el comedor de su hogar, desde pequeños tanto el como Barbara fueron muy apegados a los animales, les enseñaron a ambos que mas que mascotas, los animales eran seres con sentimientos, personalidad y que merecían el respeto y cuidado absoluto. En el caso de Barbara, al ser hija única convirtió a los animales en sus amigos y casi hermanos durante toda la vida, y en el caso de Johann, este a escondidas levantaba a gatos callejeros y los metia a escondidas a casa de su abuela, para cuando ella se daba cuenta ya no podía hacer nada para romper el vinculo que se creaba entre el niño y el animal.
Johhan y Barbara sacrifican mucho de su tiempo y esfuerzo en esta noble causa, el hecho de que su familia también los apoye denota la herencia de su educación y amor por los animales, ven la fundación no como algo temporal, sino algo para toda la vida, y que sea heredada de generación en generación, como lo están haciendo ya en este momento, pues están en la espera de su primer bebe, a quien educaran con amor, y le enseñaran el respeto por la vida de los animales.
Hope Center ha podido en menos de un año, poder dar en adopción a mas de 16 perros, todo un logro personal para esta joven pareja, pues sin saber nada en ese momento de albergues de animales, se aventaron al reto, nunca dandose por vencido, aun en tiempos difíciles, aprendiendo de los errores y experiencias, pero sobre todo con una gran paciencia. De su propio bolsillo salen los gastos de la renta, luz, materiales de limpieza, vacunas y el pago simbólico para los voluntarios que los ayudan a atender a los huéspedes de cuatro patas los cuales suman mas de $8000.00 pesos.
Ellos buscan inculcar en los niños y jóvenes lo que sus papas bien hicieron con ellos, buscan educar a la sociedad que los perros callejeros no tienen que ser vistos como una plaga, sino como una oportunidad de dar cariño y amor a los animales, buscan dar otra opción a lo que dan las autoridades en sus campañas de erradicación de animales callejeros, buscan dar el lado humano a los animales, buscar lo mejor para ellos, y a través de campañas de vacunación y esterilización puedan bajar los indices de perros que son dejados a la intemperie.
Hope hoy es una perrita sana, fuerte, feliz, dejo atrás ese destino que le venia marcado desde su nacimiento gracias al apoyo desinterado de dos personas que no pudieron permitir que sufriera un animal y no se quedaron con los brazos cruzados, pues a ellos mismos les parece incompresible el nivel de insensibilidad en que la que llegado el hombre con los animales.
“le apostamos a la vida en contra de todo pronostico, la apostamos a la esperanza de que se salvaría, por eso le pusimos Hope” dice Barbara mientras en sus piernas la cachorra esta inquieta con ganas de lanzarse al piso y jugar con Rocco y Goffy.
aqui subo la publicacion aparecida en el Diario Novedades de Tabasco
que buena historia mi estimado matus. =)
ResponderEliminarfelicidades !
¡Fantástico! Y brillantes fotografías. Yo adopté un gato estando en Tabasco (cuando antes juré jamás tener uno) y luce hermoso, gordito y bellísimo. Saludos.
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