"Si ellos no van, Dios irá a su encuentro", sentencian los organizadores de la representación, algo que da todas las señales de que funciona, especialmente por la enorme cantidad de asistentes, entre las que se incluyen familias enteras y turistas nacionales e internacionales que dejan las olas del mar y su arena blanca para vivir la pasión de Cristo.
Formado por familias, jóvenes y niños, todos los obstáculos han sido superados por este grupo, que esta edición pudieron finalizar las fiestas de Semana Santa con la celebración de la misa de fuego nuevo en la playa, durante la noche, al cobijo de la luna y las estrellas y al arrullo del viento del Caribe y su melodioso oleaje.
Ricardo Ruvalcaba Maya, integrante del grupo y actor que representó a Jesús, señaló, en la noche fresca, que Jesucristo predicaba sobre arenas como las de la playa y su cabello vigoroso era alborotado por el viento, como esta noche.