Como cada año, cientos de personas se dieron cita en calles y avenidas de Tenosique, para presenciar la tradicional Danza del Pochó, ritual ancestral que representa la purificación del hombre en la lucha entre el bien y el mal.
Cojóes, Pochoveras y Tigres siguiendo los sonidos del tambor y de la flauta de carrizo, danzaban y asustaban a las personas que a su paso encontraban mientras dirigían sus pasos a la plaza central.
Bajo los implacables rayos del sol, cada uno de los personajes realizaba como cada año, los rituales que por generaciones, les han sido heredados para continuar con esta tradición con la que formalmente, dan inicio las fiestas carnestolendas en el municipio de Tenosique.
Las representaciones sobre la danza del Pochó, concluirán en la mañana del “Miércoles de Ceniza”, cuando se escuchen los sonidos del tambor haciéndose cada vez más lentos para después, quedar en absoluto silencio, simbolizando la muerte del dios Pochó.
Se cree que esta danza, tiene su origen previo a la conquista española, ya que los indígenas la practicaban como parte de una ceremonia religiosa del culto a sus dioses.
Pese a que con los misiones llegó el cristianismo, los indígenas de la zona, conservaron esta celebración que hasta nuestros tiempos, siguen vigente pero ahora como una tradición quitándole el culto pagano.
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