En 1981, Antonio Tejero comandó un Golpe de Estado en España. Un momento fallido que fue congelado por la cámara de Manuel Pérez Barriopedro, un joven de 14 años que retrató y escondió el rollo fotográfico
Hace 30 años, España sufría un golpe de estado, un golpe de estado fallido, comandado por el teniente Antonio Tejero, quien con pistola en mano irrumpió en el Congreso de los Diputados, para secuestrar a todos los que ahí se encontraban.
Tejero era un ex teniente de la Guardia Civil de España, quien no estaba de acuerdo con que Leopoldo Calvo-Sotelo tomara la presidencia de España, por lo que decidió comandar a 200 soldados y protagonizar lo que hoy se conoce como el 23-F, porque se llevó a cabo el 23 de febrero de 1981, en punto de las 18 horas con 22 minutos.
Ese día se vivieron varias horas de tensión para todos los que ahí se encontraban. El diario El País relata paso a paso lo que sucedió aquella larga noche, cuando el miedo y Tejero se apoderaron de todos los presentes, desde los diputados hasta la prensa.
Todos se paralizaron ante lo sucedido, a excepción de un adolescente de 14 años, quien tomó la única arma que tenía en sus manos, su cámara fotográfica, para no olvidar ese momento y "disparó" a Tejero.
Manuel Pérez Barriopedro era ese niño de 14 años, quien empezaba su carrera como aprendiz de fotografía en la agencia de noticias EFE, de España, y quien ganaría el premio a la "Fotografía del Año", por parte de la Fundación World Press Photo, ese mismo año, menciona el sitio electrónico publico.es.
Lo que lo hizo ganador fue su audacia por capturar un momento histórico, aunque en ese instante no supiera qué era lo que estaba retratando.
Pérez Barriopedro cuenta para quesabesde.com que esa tarde para él estaba siendo muy aburrida y monótona, cuando derepente escuchó ruidos extraños que provenían de la puerta del Congreso.
Así que decidió apuntar con su cámara a la puerta y captó la entrada de las fuerzas armadas comandadas por Tejero, así como el momento en que el ex teniente subía al estrado y gritaba: ¡Quieto todo el mundo".
El en ese entonces el aprendiz, asegura que instintivamente empezó a fotografía a Pérez Barriopedro y todo lo que estaba sucediendo en ese momento, hasta que fue sometido por la Guardia Civil.
"Nunca pensé que estaba haciendo historia. Había muchos nervios. Uno pierde la conciencia de dónde está. Empiezas a hacer fotos, a hacer tu trabajo. Son momentos de tensión en los que no hay tiempo para pensar, sólo para hacer la foto", aseveró el Pérez Barriopedro.
Pero antes de ser capturado, el fotógrafo, hoy galardonado, tuvo la audacia de sacar el rollo de la cámara para guardarlo en su puño durante más de una hora hasta que tuvo la posibilidad de ocultarlo en uno de sus zapatos.
"Mi acierto fue aprovechar los momentos inmediatamente posteriores a los tiros para sacar el rollo de la cámara. Inmediatamente después, estábamos controlados por los guardias sin posibilidad de hacer una foto más. Sacrifiqué la posibilidad de hacer más por salvar el trabajo de antes", aseguró.
Durante horas tuvo a un guardia con pistola atrás de él, hasta que la larga noche parecía haber terminado. En cuanto le había sido devuelta su libertad, Manuel Pérez se dirigió a la agencia a la que pertenecía para ingresar al famoso cuarto oscuro y revelar lo que su cámara Nikon F2 había capturado.
"Llevaba muchas horas con la incertidumbre, no es como ahora con el digital", contó.
Once fotos fueron reveladas, once imágenes que sólo él logró congelar. Y es que ninguno de los otros fotoperiodistas que se encontraban esa noche en el Congreso pudo salvar una buena foto. Pero, Pérez Barriopedro defiende a sus compañeros: "En un momento de estos no puedes acusar a nadie de cobarde".
Además, asegura que ahora reflexiona sobre cómo no midió el peligro en el que se encontraba mientras los secuestradores hacían disparos con armas de fuego.
La fotografía que muestra a Tejero tomando el Congreso, llevó a Manuel Pérez Barriopedro a ganar uno de los premios más reconocido en el mundo de la fotografía, el World Press Photo de 1981.
Hoy en día, su cámara ha quedado tras una vitrina como recuerdo de una noche muy especial para España, mientras que los negativos están guardados bajo llave en una caja fuerte que mantiene la agencia EFE. Situación que lastima al fotoreportero.
"Si algo me molesta es que estas fotos no sean de libre acceso aún". Pero aquella que le dio un galardón sí lo es.
Manuel Pérez Barriopedro explicando toma a toma, la situacion durante ese acontecimiento.
mas informacion detallada de este extraordinario evento en:
http://blogs.publico.es/mesadeluz/?s=barriopedro
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