En el 2007, mientras se encontraba combatiendo al norte de Irak una bomba acabó con la vida del Sargento James John Regan; quien sería su esposa inmortalizó la tragedia
Irak 2007. Había pasado un año desde que Saddam Hussein fue ejecutado, producto de las tantas acusaciones que se le imputaron, mismas que lo mandaron a la horca. Y es que, desde 2003, Estados Unidos mandó a sus tropas a Irak con un solo propósito: acabar con el régimen de quien en vida fuera el enemigo número uno de la Unión Americana.
¿El motivo? Supuestas pruebas de que Hussein tenía armas de destrucción masiva. La realidad hasta el día de hoy: no han encontrado nada.
Un año después de la muerte de Hussein, las tropas seguían en Medio Oriente. ¿La excusa? Buscaban acabar con las tropas rebeldes. La realidad: se han registraron abusos por parte de las tropas "gringas".
Pero, aún con todo los "dimes y diretes" de si la invasión tenía un buen fin o si los soldados hacían bien o no su trabajo, hay algunos que cumplieron fielmente con las órdenes que se les dieron, puesto que perseguían un ideal, enrolándose al ejército por un patriotismo único.
Uno de estos soldados era James John Regan, joven deportista, estudioso y con gran apego a su familia. Nació el 27 de junio de 1980, y después de 4 años de servicio dos en Afganistán y dos en Irak, perdió la vida.
En el 2007, mientras se encontraba combatiendo al norte de Irak un artefacto explosivo le causo heridas que posteriormente le quito la vida comenta el sitio findagrave.com.
Cuando su familia, y en especial su novia, se enteraron de la triste noticia soltaron en llanto, puesto que una muerte nunca es agradable. Además, nadie podía creer lo sucedido porque Regan era aún muy joven.
Mary R. McHugh, la novia, se encontraba en shock. Regan había prometido a su novia que se casarían en 2008, a su regreso. Planes que se terminaron cuando estalló la bomba que lo mató.
El cuerpo de Reagan regresó. Sus familiares, con gran tristeza, lo recibieron y organizaron una ceremonia para despedirse del soldado que murió en el cumplimiento de sus deberes. De ahí, nace la imagen de una mujer desconsolada que le llora a la tumba de quien debía ser su esposo, de quien era "su más grande amor".
James John Regan murió a los 26 años. Un joven que tuvo la oportunidad de estudiar Derecho en una de las mejores universidades de su país, pero quien decidió que su vocación era servir a su país. En el ejército llegó a ser Sargento, y fue parte del 3er Batallón de 75 Regimiento Ranger.
Pocos saben que, lo que orillo a Regan a enrolarse al ejército fue lo sucedido el 11 de septiembre del 2001, cuando dos aviones se estrellaron contra las torres gemelas, este acontecimiento marco su vida y alzo su sentimiento patriota.
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